Bridie Gill es una artista interdisciplinaria que trabaja con esculturas, creación de imágenes e instalaciones. Su investigación abarca la fantasía ecológica, la narración de historias y la política de clases en una era de creciente individualismo y austeridad. Crecieron en un pequeño barrio residencial en el norte de Leeds y atribuyen gran parte de su comprensión material a esta experiencia de la infancia; su trabajo actual gira en torno al contenedor físico y emocional de la Wendy House en la que jugaban con su hermano cuando eran niños. El trabajo de Bridie también examina el trauma y la inocencia, y los roles que estos pueden desempeñar en los mundos imaginados por los adultos. Sus imágenes documentan una recuperación del cuerpo como hogar; particularmente en lo que se refiere a la difusión no consensuada de imágenes personales en el paisaje digital en el que crecieron, así como un medio para explorar una identidad queer en constante evolución. Muestran la búsqueda de un sentido de libertad y pertenencia incluso en climas económicos, políticos y ecológicos cada vez más inestables.

Uggly Bugga es la identidad de performance insectívora de los artistas; una criatura drag cuyo nombre hace un guiño a las abuelas rudas de Yorkshire. Mientras que el resto de su trabajo podría describirse como discreto o considerado; Uggly Bugga es una cacofonía de actos estridentes diseñados para provocar una atención conmocionada y deleitada. Utilizando vestuario, danza, comedia y obras de audio, Uggly Bugga actúa en espacios queer para personas queer. El trabajo es lascivo, crudo y un trabajo de amor.